Por lo general tenemos muchos proyectos, ideas, sueños… alguien intentará hacer cumplirlos pero la mayoría dejará que sigan siendo solo eso, sueños.
Debemos ser realistas porque salvo que nos toque la lotería y dispongamos tanto de todo nuestro tiempo como de dinero suficiente no podremos afrontar ni la mitad de ellos.
Lo mejor es crear una lista no ya de prioridades, sino de realidades y elegir una como la única importante. No es que el resto no lo sean, sino que solo les dedicaremos tiempo cuando la primera nos lo permita.
Tampoco debemos dedicar todos nuestros esfuerzos a esa, sino seguramente nos volveríamos locos; pero si debemos reservarle una gran porción de nuestro tiempo disponible, puede que la mitad o un cuarenta por ciento esté bien.
También debemos ser conscientes que debemos dejar tiempo libre para no hacer nada, con este «nada» me refiero a algo cuya única finalidad sea lúdica; podemos jugar algún juego, ver una película o serie, hacer senderismo…
Mucha gente peca en ese punto y no son conscientes de cuan importante es el no hacer «nada» en esta vida. Tampoco mucho tiempo pero si de forma periódica, ayuda a desconectar, a olvidarnos de lo que estábamos haciendo y recuperar energías; cuando volvamos a ello lo haremos con una visión distinta y apreciaremos errores cometidos y seremos mas productivos.
Una vez hayamos definido cual es nuestra meta principal y asignado el tiempo podemos buscar una segunda actividad, algo que también sea importante para nosotros pero a más largo tiempo.
En nuestra disposición semanal podemos decidir que tras dos días de la actividad principal el tercero lo dedicaremos a esta actividad secundaria. De esta forma, aproximadamente, en una semana dedicaremos cuatro días a la actividad principal, dos a la secundaria y uno a no hacer nada.
También es posible que lo vayamos variando, una semana que estemos más inspirados podemos dedicar cinco a la principal y tan solo uno a la secundaria. O cuando estemos quemados tres a cada una…. pero el meter más días me parece una locura, incluso vería muy coherente (sobre todo al comenzar) el dedicar dos días a no hacer «nada».
En los últimos años estoy siguiendo este planteamiento y me los resultados, en los últimos cuatro años he sido muy productivo y me ha ayudado a esta nueva etapa que quiero comenzar.
En un par de años podre valorar si funciona o no, a ver que tal mi aventura de escribir novelas y aprender inglés, aunque ahí los porcentajes son distintos, aunque de eso ya hablaré más adelante.
Si habéis llegado leyendo hasta aquí será porque os ha parecido interesante el artículo, ¿no? En caso de ser así os agradecería mucho que lo compartierais.