Siempre he querido escribir, la primera vez que me puse «en serio» con ello sería a los once o doce años. Un verano decidí que quería escribir a máquina por lo que agarré un libro de mecanografía de mi abuelo, una máquina de escribir que nadie utilizaba y me puse a ello.
No tenía internet, ni consola, ni ordenador… Todo un verano por delante y mucho calor por las mañanas por lo que dedicaba varias horas al día a aprender y en un par de semanas tenía cierta soltura.
Cuando me sentí cómodo con ese engendro me puse a escribir sin pensar y en menos de un mes tenía escrita mi primera novela… Bueno, eso es lo que yo pensaba entonces; en realidad sería un relato largo o novela corta. Ahora no lo recuerdo bien pero calculo que serían unas treinta páginas.
Eso lo hice con doce años y una máquina de escribir, si quieres hacerlo lo haces y te dejas de tonterías sobre que software es mejor usar.
Esto lo digo porque, al igual que muchos, los que además de tener pasión por escribir nos gusta la tecnología nos ponemos a mirar que si las bondades de Ulysses, que si tal escritor utiliza Scrivener, que la mayoría utilizan Word… Vamos a ver almas de cántaro ¿me podéis decir que software utilizaba Quevedo? ¿Y Cervantes? ¿Pensáis que por utilizar un software vais a sufrir el efecto Matrix y vais a evolucionar como Charmander?
Para escribir no hace falta un software específico, ni un ordenador… A día de hoy incluso ni tan siquiera necesitamos las manos para hacerlo, pero claro es mejor perder el tiempo buscando un software en lugar de ver lo malos que somos como escritores.
Durante varios años utilicé Ulysses y estaba encantado con él. Era muy práctico y permitía añadir imágenes, dejar las entradas programadas en WordPress directamente, organizar por capítulos las novelas… Muy bonito ¿y qué más da?
En esta nueva etapa que he conseguido publicar un artículo al día durante más de un mes lo hice utilizando Pages, el programa de Mac de ofimática. Es mucho peor que Ulysses, no permite programar las entradas en WordPress, la interfaz parece de un juguete, no tiene soporte para Markdown y muchas otras cosas pero ¿sabéis qué? No tan solo hice lo mismo que con Ulysses, sino que escribí más que nunca.
Este artículo lo estoy escribiendo utilizando Scrivener, resulta que tengo una licencia desde que debió salir la versión 3 y ni me acordaba de él.
Es más bonito que Pages, tiene un sistema de organización excelente, un compilador que permite dar el formato de salida que quiera… pero escribo exactamente igual que con Pages.
Cierto es que para tareas muy específicas tiene unas ventajas que ya os contaré en otro artículo; ahora tan solo quiero que os quedéis con la idea principal y más importante.
Si queréis escribir, hacedlo. Si un día necesitáis un software específico vuestra rutina diaria os lo dirá y será entonces cuando debáis buscaros la vida.
Hasta que llegue ese momento, escribid con el bloc de notas y dejad de llorar.
Si habéis llegado leyendo hasta aquí será porque os ha parecido interesante el artículo, ¿no? En caso de ser así os agradecería mucho que lo compartierais.